sábado, 31 de octubre de 2009

Lectura: " La Realidad-Historia del Décimoctavo Camello".

Un mullah cabalgaba en su camello hacia Medina cuando vio un pequeño rebaño de camellos y, a su lado, un grupo de tres jóvenes muy afligidos.
"¿Qué os ha ocurrido, amigos míos?", preguntó él; y el mayor de los jóvenes contestó, "nuestro padre ha muerto".
"Que Alá le acoja en su gloria. Os acompaño en el sentimiento. Pero seguro que os debe de haber dejado algo en herencia", les preguntó, les preguntó.
"Sí", contestó el joven, "estos diecisiete camellos. Era todo cuanto tenía".
"¡Pues alegraos! ¡¿ Qué os aflige entonces ?".
"Tan sólo que su última voluntad", prosiguió el hermano mayor, "fue que yo recibiera la mitad de sus propiedades, el madiano un tercio y el menor un noveno.Pero ya hemos intentado repartir estos camellos de todas las maneras y nunca resulta".
"¿ Es eso todo cuanto os aflige amigos míos?", dijo el mullah."Tomad pues mi camello por un momento y veamos que podemos hacer".
Entonces con dieciocho camellos el hermano mayor recibió la mitad, es decir, nueve camellos, y quedaron nueve, El hermano mediano recibió un tercio de los dieciocho camellos, esto es, seis, y quedaron tres. Puesto que el hermano menor tenía que recibir un novena parte de los dieciocho camellos, es decir, dos, quedó un camello. Era el del mullah, el cual volvió a montarlo y se alejó cabalgando mientras con la mano se despedía sonriente de los felices hermanos.

De esta historia comenta Heinz von Foester: "Al igual que sucede con el camello decimoctavo, necesitamos de la realidad como de una muleta que se abandona cuando se aclara todo lo demás".

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